Archivo | junio, 2012

Oλυμπιακός Invictus, por Diego García

13 Jun

En atodapista28x15 nos solemos centrar en lo tangible, en lo concreto. Hoy, un mes después de la consecución de la Euroliga por parte de Olympiacos en un final inolvidable, nos adentramos en el apasionante mundo de la faceta mental, punto clave para poder obtener el máximo rendimiento de nuestro potencial. El trabajo en equipo, que a todos los entrenadores nos apasiona, tiene aquí profundas raíces, destila valores y actitudes a conseguir, fundamentales para el éxito del colectivo.

Para ello, contamos con la colaboración de Diego García, ex jugador de baloncesto, entrenador y amigo. Diego es licenciado en Psicología por la Universidad de Oviedo, con Master en “Psicología del Deporte y de la Actividad Física” y obtuvo el premio “Isabel Blanco” al mejor trabajo de Psicología aplicado al deporte, por la UNED en 2009. Asimismo, colabora con la Federación Asturiana de Baloncesto (FBPA) en cursos de formación de entrenadores.  Amante del baloncesto y de la importancia del aprendizaje y la cohesión grupal, se forma continuamente para a su vez poder formar a los demás. De su entrega y generosidad podemos aprender en esta entrada:

Tras una reducción drástica de su presupuesto y la salida de las grandes figuras del equipo, la temporada se presentaba austera para Olympiacos, en todos los sentidos.

Hay una serie de variables que han marcado la presencia del equipo en la F4:

  • Eliminar Montepaschi =Presencia en F4 = éxito por sí mismo = jugar sin presión.
  • Acostumbrados toda la temporada a trabajar al 100% cada partido, toda la plantilla. Gran esfuerzo y cohesión grupal.
  • Conocimiento de sus posibilidades: recursos y limitaciones. Gran confianza de grupo.
  • Roles bien definidos y asumidos por los integrantes de la plantilla.
  • Equipo bien estructurado: Spanoulis líder solidario.

Podemos ejemplificar esto último en una serie de jugadores:

  • Spanoulis: auténtico líder. Resuelve, pero también genera para los demás, da confianza y seguridad al resto de compañeros.
  • Papanikolau: ambición. Excelente bajo presión, aporta agresividad y energía a los demás.
  • Mantzaris: gran papel defensivo, ejemplifica el trabajo en equipo, el esfuerzo.
  • Keselj: de gran promesa a aceptar un rol secundario. El colectivo por encima de las individualidades.
  • Dorsey: de reemplazo en Caja Laboral a identificación con el nuevo equipo. Rápida adaptación para un rol principal. Carácter e intimidación.
  • Printezis: tras temporadas grises como supuesto líder, se encuentra cómodo sin asumir toda la responsabilidad, ha recuperado la autoconfianza.

Comentamos ahora los momentos cruciales del partido final.

Perdiendo prácticamente por 20 puntos a finales del 3er cuarto, Ivkovic decide mandar al banquillo al líder del equipo, Spanoulis, y a otro de los puntales ofensivos, Papanikolau. Otorga toda la responsabilidad a los secundarios del equipo, los que ejemplifican la dureza, el sacrificio, el trabajo en equipo, con Mantzaris ejerciendo de líder defensivo. A pesar de los errores y el resultado, no abandonan el plan previsto, aumentan la agresividad defensiva y consiguen reducir la desventaja. Gran persistencia.

Tras la vuelta de Papanikolau y, sobretodo, Spanoulis, el equipo gana en confianza. El equipo juega con seguridad, cometen errores, pero siguen adelante. Tienen una gran cohesión, como se puede observar en cada celebración de algún robo de balón, falta o canasta. Tienen una muy buena comunicación entre ellos, con continuas muestras de afecto.

Los últimos minutos son un ejemplo de la diferente respuesta bajo presión de ambos equipos. Olympiacos muy agresivo, con gran confianza y concentración, jugando con la misma estructura, sin grandes cambios a pesar de los errores. Muy cohesionados, cada acción es celebrada y recompensada por los compañeros. Un buen ejemplo de todo esto es Papanikolau, que incluso hizo el mejor partido del año en la final, y con gran protagonismo en los minutos finales.

En cambio, CSKA con pérdida de concentración, ejemplificado en pérdidas de balón y precipitación en momentos cruciales, con jugadores intentando solucionar de manera individual.

Vemos el último minuto de partido, a través del nuevo prisma de ver los estados de ánimo, la confianza, la unión, el deseo, el lenguaje no verbal…

La celebración de todo el equipo griego unido al final refleja todo esto que hemos comentado.