Archivo | agosto, 2012

«E» de Entrenador

24 Ago

 

Hoy nos salimos de la línea habitual de atodapista28x15, vaya usted a saber por qué, para reflexionar sobre el Entrenador. Se expondrá en 3ª persona, aunque los que somos Entrenadores (o entrenadores, quién sabe…) moriremos Entrenadores ejerzamos o no. Jugando con la “E” de Entrenador me han venido a la mente estas reflexiones, totalmente personales y subjetivas, por supuesto.

Entrenador: ya es de por sí una palabra grande y completa. No creo que le haga falta apellido: profesional, superior, amateur, principal, ayudante, asistente…Ninguna combinación de Entrenador con los adjetivos mencionados la mejora. Un Entrenador es un Entrenador.

Entrenamiento: al Entrenador le apasiona entrenar, el entrenamiento es la base de todo. Al jugador le gusta jugar, la etimología es obvia. El Entrenador convence al jugador de la importancia del entrenamiento, rompe la barrera entre entrenar y jugar, hace que se fundan a través de unos valores que trataremos de exponer. Sin embargo, al entrenador le gusta más lo de fuera de la cancha y le gusta más dirigir y jugar que entrenar. Al Entrenador le apasiona el proceso y el resultado solo si es consecuencia del primero. Al entrenador le apasiona el resultado.

Siguiendo con el juego, busquemos conceptos relacionados con el Entrenador que empiecen por la “e”. En orden alfabético:

Ego: concepto para un debate muy profundo. El ego está ahí, en todas las facetas de la vida y quizás aún más presente en la faceta de Entrenador. Habrá teorías para todos los gustos. Habrá quien piense que el ego es necesario e imprescindible para alcanzar el máximo potencial de cada uno. Tener el ego bajo control es uno de los mayores retos del Entrenador. Liderar desde ahí no parece fácil. El Entrenador lo consigue.

Ejemplo: liderar con el ejemplo es para mí una condición indispensable del Entrenador. No hay otro camino, no hay atajos, no hay, afortunadamente, alternativa. Solo desde el ejemplo se puede tener credibilidad.

Emoción: el Entrenador transmite su emoción por lo que hace, su pasión, su entusiasmo. Solo desde la autenticidad de la emoción se puede transmitir el privilegio de ser Entrenador.

Empatía: concepto clave para el liderazgo de grupos. Solo a través de la empatía puede el Entrenador ayudar a cada jugador y al equipo a alcanzar su máximo potencial. El Entrenador se acerca a él, incluso lo consigue.

Enseñanza: este es un concepto profundamente arraigado en la esencia del Entrenador, pero el Entrenador se basa en el aprendizaje, sin él, no hay enseñanza. El entrenador puede enseñar, el Entrenador enseña porque aprende. Hay mucha diferencia entre las distintas maneras de enseñar lo que sabe (o no sabe)

Entorno: concepto que me resulta complicado analizar, por ello, recurriré a preguntas. ¿Debe ser el Entrenador independiente del entorno?, ¿Puede serlo?, ¿quién se relaciona mejor con el entorno, el Entrenador o el entrenador?, ¿depende el Entrenador del entorno? ¿depende el entrenador del entorno?, ¿qué es realmente el entorno?, ¿qué importancia tiene en el desarrollo del Entrenador? ¿y del entrenador?, ¿en qué medida contribuye un buen o mal entorno en el desempeño del Entrenador?

Entrega: relacionado con la emoción y el entusiasmo ya comentados. El Entrenador se entrega a su pasión, se vuelca, busca su 100%, disfruta del proceso, se implica, se involucra y solo así consigue que su equipo también se entregue. El ejemplo desde la autenticidad es clave. El Jugador sabe cuando un Entrenador se entrega de corazón y cuando un entrenador no, faltaría más.

Estilo: aquí podríamos incluir estilos de liderazgo, de relación con el grupo, de juego, señas de identidad que permitan al Entrenador una coherencia en su forma de actuar.

Estrategia: sin duda una de las partes más apasionantes. Aquí entran en juego las tácticas, la metodología, la planificación, ese trabajo intelectual tan apasionante de todo Entrenador. El análisis, el diseño, la búsqueda de soluciones, el análisis de los qué, cómo, por qué, cuándo, para qué. Esos momentos de creatividad son mágicos. Todo Entrenador disfruta de la plenitud de ese estado.

Ética: con la Iglesia hemos topado. Debate y controversia sin fin en este punto. Todos tenemos nuestro propio criterio. El mío es que aquí es tal vez donde más se diferencia el Entrenador del entrenador.

Evolución: el Entrenador está en continuo aprendizaje, contribuye a que el juego evolucione, busca nuevas vías para el desarrollo de su vocación. El estudio del juego es parte inherente del Entrenador. Un alumno y jugador me escribió una vez en una redacción: “no me gusta estudiar, pero me gusta aprender”. El estudio del Entrenador tiene como fin el aprendizaje. De ahí viene la evolución.

Excusas: otro punto de diferenciación entre Entrenadores y entrenadores. La autocrítica bien encauzada que ayuda al Entrenador a crecer contra el impermeable de las excusas del entrenador.

Experiencia: ¿es lo mismo un Entrenador con experiencia que un entrenador con experiencia?, ¿es lo mismo un Entrenador sin experiencia que un entrenador sin experiencia?, ¿es lo mismo un Entrenador sin experiencia que un entrenador con experiencia? “Este Entrenador (o entrenador) tiene experiencia en la categoría”, un clásico, no? Para mí la diferencia es que un Entrenador puede ser experto con o sin “experiencia” (podríamos nombrar casos en la ACB más o menos recientes de Entrenadores contratados sin “experiencia” en la categoría y que han tenido un gran éxito). Seguro que la experiencia hace mejor al Entrenador, pero… al entrenador?

Éxtasis: no creo que se pueda vivir esa sensación de la misma manera siendo Entrenador que entrenador. Ese momento inolvidable de completa realización, ese breve instante de felicidad plena antes de seguir el camino.

 

Solo son ejemplos, solo son reflexiones a partir de la “E” de Entrenador, un intento de dignificar algo tan grande como “ser Entrenador”. Al final he descubierto el por qué de este análisis.

No sé bien la parte que he sido de Entrenador y de entrenador, quiero pensar que ha habido mucho más de la primera. Si sé cómo podría ser ahora o en el futuro. Con “E”, de Entrenador.

Bloqueo Indirecto (II) : Lecturas para tiro

16 Ago

“  Para tener la idea de un movimiento, hay que hacerlo mil veces.

Para conocerlo, hay que repetirlo diez mil veces.

Y para poseerlo, hay que realizarlo cien mil veces.”

 Proverbio japonés

Tras el empacho olímpico, y tras  haber estado montando diferentes vídeos sobre detalles de los recientes JJOO para, una vez terminados, conocer la imposibilidad de publicarlos por los derechos de imagen, pertenecientes al COI, volvemos a retomar el tema del Bloqueo Indirecto. En esta ocasión, a diferencia de la entrada anterior, en la que nos fijábamos principalmente en la ejecución técnica del tomador del bloqueo cuando riza, haremos hincapié en la lectura de BI para tiro.

Dividimos el vídeo en dos bloques: en el primero, vemos las opciones del tirador a partir de la decisión defensiva de recortar en el BI. En el segundo se pueden ver lecturas contra una defensa que persigue.

Todas las lecturas aquí expuestas se basan en la finalización con tiro añadiendo en algunos casos la continuidad si la defensa niega totalmente la opción del tirador mediante ayuda del pasador o del defensor del bloqueador, tanto antes como después de recibir.

Detalles a tener en cuenta:

  • Importancia del trabajo sin balón.
  • Necesidad de coordinación entre pasador- tomador del bloqueo- bloqueador
  • Importancia de los ángulos de pase y de bloqueo.
  • “Punto de lectura”: en muchos cortes del vídeo nos detenemos en ese momento clave para
    la toma de decisión y en el que es vital el reconocimiento simultáneo de los 3 jugadores directamente involucrados, así como en la zona de tiro que se genera.
  • Uso de espacios apropiado para impedir, limitar o en su defecto, castigar las ayudas defensivas y proporcionar al tirador las mejores opciones posibles.
  •   Uso de movimientos de distracción que limiten la anticipación del defensor del tomador del BI: se ofrecen al tirador dos salidas, se va y se vuelve sobre un mismo bloqueo…
  • Secuencias de juego “indirectas” que faciliten la línea de pase del pasador y pongan al defensor del tirador en situación de ayuda. Esto se puede ver en la secuencia de Obradoiro y en un movimiento muy habitual en el F.C.Barcelona para liberar a Navarro.

Aunque el objetivo de la entrada es ver las opciones de lectura ofensiva, me sigue rondando por la cabeza… si es tan importante el timing del pasador, ¿por qué no se le presiona más? Vemos cómo a menudo en los cortes seleccionados la línea de pase con el tirador está completamente abierta, con su defensor lejos, sin presionar y sin tapar la línea de pase. Alguna vez puede llegar a cerrar la opción del tirador aún a costa de liberar a su hombre (se puede ver en el corte de Banca Cívica defendiendo las opciones de tiro de Carroll), pero en muchas ocasiones vemos cómo flota sin participar de forma activa. ¿Por qué?